La Mamma


 

Cómo te extraño! No te das una idea lo difícil que se me hace intentar retener mis lágrimas cuando tu recuerdo me invade. No puedo dejar de pensar en tu partida incierta, sarcástica y brusca, no puedo evitar imaginarme quién será tu dueño, cómo serán las manos que ahora te acarician, las que se pasean por vos disfrutando cada instante, cada milímetro de tu superficie, por cuáles caminos tapizados de hojas grises te moves, tan grises como mi propia vida. Si me extrañas es algo que no sabré, ni tampoco si fue el destino o tal vez, fui yo mismo quien te dejó partir. Pero culpable, hay una sola.
Nunca me olvidaré de ese día.
-Hola
-¿Ya llegaste? -me dijo Catalina- Pensé que venias más tarde hoy. ¿No ibas a jugar al tenis con Claudio? No escuché que entraras el auto.
-Es que me olvidé el bolso y tengo que volver a salir.
-¿Todo bien mi amor?- dijo con voz melosa-.
-Bien.-"¿Y esta pregunta a qué vendrá?" -pensé-.
-En la oficina, ¿alguna novedad...? ¿estas de buen humor verdad? Mira, ya elegí una peli para ver después de la cena- Su voz ya había llegado a un punto caramelo bastante empalagoso para mi-.
- Ok ¿qué querés decirme Cata?.... Uuh ya seé!! - dije alargando la "u" y la  "é" a medida que la iba cargando con el aire caliente y fuerte que salía de mi garganta sin control-.

-Buona notte mio fliglio, come va? Da quanto tempo que non ci vediamo carissimo...

Doña Rosetta era la madre de Catalina y se empeñaba en seguir hablando en italiano después de 60 años de vivir en Argentina. Eso me molestaba. Y es más, lo hacia sólo cuando estaba yo. La vieja tenía la intención, había nacido con el único propósito de molestarme.

-Amor,  mamá va a quedarse unos días con nosotros.
-¿Tu vieja? ¿Cómo se te ocurrió invitarla? ¿No habíamos quedado en ir a cenar afuera? Para eso mandamos a los chicos a lo de mi hermana...


-¡Es mi madre! Me pidió venir a pasar unos días y no me puedo negar ¿No? Sabés que para nosotros la familia es lo primero, me conociste así y no vengas a querer cambiar las cosas ahora - Su voz ya no era melosa, era como si disparara agujas.

-¡Nooo, por supuesto! La familia es lo primero! ¡Dale! llamá a tu tía Regina a tu prima Marcella y también a su perro... Ya que estamos...

-¿Perro?... ¿Hai detto perro? il cane abbaia, ma per ché non va y guarda cosa succede in strada, possono essere ladri, abbaia ogni volta piú forte.

- ¡Ya está otra vez desvariando en italiano qué carajo se mete en la conversación! ¿Y hasta cuándo se va a quedar, me podés explicar?
- Una semanita, qué se yo. Bueno, ¿te vas o te quedas?
-No me cambiés de tema, Cata. Sabés que a tu vieja no la soporto, tana de mmmmm- esa "mmmmm" hacia fuerza para no completar la palabrota que queria decir.

-Tano sono i napoletani , come Don Gino il mio amico, Io sono nata a Milano, non sono tana. Il cane abbaiaaaaa...

Otra vez la vieja interrumpiendo, diciendo incoherencias. Pero lo que más bronca me daba es que Catalina no salía de la complicidad con su madre. La Mamma Rosetta la manipulaba y en esos momentos, que cada vez eran más frecuentes, yo pensaba que este matrimonio estaba empezando a agrietarse.

Me dirigí a mi habitación y con un portazo me encerré. Sentado en la cama evalué opciones: o me quedaba y soportaba o me iba y despejaba la cabeza jugando al tenis con Claudio. Luego, volvería a casa cansado, me dormiría y ya.
Tomé mi bolso y me encontré con la Mamma Rosetta parada detrás de mi puerta.
-¿Qué hace acá vieja chusma de mier......ddddd? -faltó sólo un segundo para que saliera la "a".

-Esto es lo último Catalina- dije enfurecido- tu vieja husmeando en la puerta de nuestra habitación. ¿Qué es eso a ver? Ah, ya sé, quiere sacar mi ropa y poner la de ella, y acostarse en mi lugar junto a su "nena"
-No sé... algo te quiere decir mi amor- respondió Catalina.
-¡Entonces que me lo diga en español! Habíamos acordado una cosa y parece que vos no te hacés ningún problema por cambiarlo todo. No te interesa en lo más mínimo ni los chicos ni yo, solo ella tu mamma. Me estás cansando. No. Estoy cansado ya.

- Allora, se sei stanco perché non riposa un po´? Peró prima guarda la sua macchina!! giá tutti i cani del quartiere stanno abbaiando.

Recuerdo que comencé a caminar por la casa como un loco con las manos en las orejas gritando con un cantito: "Mamma no te escucho, no te escucho, jajajaja no te escucho jejejeje"

-¡Pará mi amor no te pongas así parecés un loco!  Entendé que es una persona mayor, que te quiere bien...que....
-¡Cómo querés que no me ponga así! ¿No ves como desvaría? -troné como un rayo.

-La porta caro mio! Vede lí fuori, c´é  molto rumore ... Shhh Ascolta é il  rumore del motore de la sua macchina...

-¡Cállese, vieja de mierda!- salió la "a" y suspiré aliviado. Y continué cantándole mientras la rodeaba con una especie de baile tribal; Callese .....vieja....de......mierda...... jaja es sorda y no me escucha.... jajajaja y yo no la escucho jajajaa... y le puedo decir vieja pelotuda jajaja total es sordaaa lalalala...- En verdad había enloquecido. 
Hasta que de repente dí por terminado mi cantito burlesco y arremetí contra Catalina.

-Y vos parece que tuvieras tres años. ¿Es que no podés pasarte sin tu mammina? No, claro, todavía no madurás,  la verdad me hubiera quedado en la oficina hasta mañana.
- Bueno, andate, si no te gusta tu casa, ya sabés lo que tenés que hacer.
-Perfecto, prefiero ir a un hotel antes de soportar a la vieja tana manipuladora, vieja de mierdaaaa-seguí con mi cantito tribal-  lo pude decii..iiir vieja de mierda... soooordaaaa, mirá como no entiende naaadaaaa, se rie y todo jajajajaaaa. Y yo seguía con mi cantito y mi baile psicodélico a su alrededor, bien a  los gritos porque encima es sorda. Eh! "vieca" quiere que la lleve a pasear en auto?-le dije en un éxtasis divino de sarcasmo.

-Andare in gita in macchina me piace tanto! Vi aspeto fuori.

-Pero váyase al demonio, si quiere,... ¡eh.. puede dormir afuera! -dije gritando- Yo no me voy a ofender!
-¡Siempre el mismo cretino no le grites a la Mamma!
-Y si es sorda! No te diste cuenta que cada vez que le hablo no me entiende?. Hay dos opciones muy claras: o es sorda  o es muy turra. 
-Basta! ya que estamos en tema, tu vieja también me tiene podrida. Mirá, va a ser mejor que replanteemos nuestra situación porque...

La Mamma me miraba mientras sostenía una sonrisa entre tierna y sádica.  Luego me dijo:

-Dio mío, venga  qui figlio per favore!

-¿Usted otra vez acá? ¿No era que iba a dormir afuera? Déjese de molestar. Catalina, dame las llaves del auto, me voy.
-Yo nos las veo... ¿Mamma, usted vio las llaves?

-No, lo que yo ví es que te afanaron el auto pedazo de pelotudo! Y mirá que te avisé -dijo la mamma cagándose de risa.

Salí corriendo, y efectivamente ya no estabas. Cómo soportar esta pena... Pensar que hacía un mes me habías salido adjudicado... ¿Cuándo yo te volveré a ver?
Pero lo que es peor, es aguantar a la vieja, cada vez que la veo, cuando me dice:

- ¿Quién le dijo que la Mamma es sorda?

Maria Luz Brambilla




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Yo... Argentina

Casi tres veces